durante la celebración del acto de presentación resultados encuesta, en la sede del Colegio de arquitectos de Catalunya de Barcelona |
Unas cifras que asustan un poco: en 1960 habían 2.500 arquitectos colegiados, mientras que en 2008 éramos un total de 45.000, en el ámbito español.
Si por la época de 1960 correspondían de 100 a 120 viviendas a proyectar por cada arquitecto, ahora nos corresponde aproximadamente 1 vivienda por cada uno de nosotros, habiendo pasando un período intermedio de estabilidad de 25 años. Este período intermedio estable tuvo como consecuencia la diversificación. Había mucho trabajo, por tanto cada arquitecto podía escoger a qué se dedicaba y participaba de una o varias partes de los diferentes procesos. Almenos así entiendo yo el concepto de 'diversificación'. Mientras que ahora, bajo la escasa o inexistente tarea de desarrollar proyecto de vivienda, seguramente tenemos otro trabajo que nos compensa la falta de ingresos desde ese sector concreto.
La encuesta partía de un target de 10.000 arquitectos en Catalunya. El tiempo medio de respuesta resultante fue de 27 minutos. De las 1720 encuestas recibidas, 1261 se corresponden a las realizadas por arquitectos colegiados y 364 a las de no colegiados, habiendo 95 encuestas nulas. Un 38% de los encuestados fueron mujeres. Un 70% trabaja por cuenta propia, englobando a los autónomos y a los que además de ser autónomos trabajan por cuenta ajena. Un 74% trabajamos en el ámbito privado, y un 12% en el público, mientras que un 14% trabaja en el sector privado y el público a la vez.
El sueldo medio anual está alrededor de los 20.000 euros y no hay mucho incremento a medida que incrementamos la franja de edad. En Europa el sueldo medio está alrededos de los 30.000 euros, según estudio realizado por el CAE, Consejo de Arquitectos de Europa, en 2014.
Uno de cada tres arquitectos jóvenes han ido a trabajar al extranjero. Un 10% de los arquitectos de aquí van a trabajar fuera de nuestras fronteras mientras que un 10% de arquitectos formados fuera de nuestras fronteras trabajan aquí. Dice el Degano que es un efecto de la globalización y lo considera perfectamente normal.
Se transluce también de la encuesta que hay una gran apuesta por la formación en campos como la rehabilitación, la eficiencia energética, los procesos BIM y otros. Dice estamos asumiendo que nos tenemos que adaptar y que por eso nos estamos formando.
Gran cantidad de despachos muy pequeños, siendo un 21% el porcentaje de despachos monopersonales. Dice ser una debilidad y a la vez una fortaleza porque el hecho de trabajar desde estructuras pequeñas permite que se trabaje en conexión entre varias de ellas para conseguir la consecución de un trabajo. Dice que somos capaces de producir una red de trabajo. Dice no es una mala adaptación puesto que son 2,2 millones de propietarios a los que se tiene que convencer o satisfacer. Camino a la diversificación profesional, también como consecuencia de la fragmentación de las estructuras de trabajo.
Me encuentro totalmente identificada con esta fragmentación de estructuras. Si bien estaba al inicio integrada en despachos multipersonales, al reducir estructura estos despachos, mi solución fue afrontar unipersonalmente trabajos de arquitectura desde una visión generalista, incorporando, eso sí, el trabajo de otras estructuras pequeñas en ámbitos que no podía abordar para conseguir completar el encargo de una manera eficiente. También complementando el trabajo como arquitecta con otras tareas que, aún y no teniendo nada que ver en un principio, necesitan de una estructura clara de trabajo para conseguir llegar a los objetivos de manera resolutiva.